Wevo está en Canadá, va a ser raro ir a Mérida y que él no esté, pero de todas formas están Jessica, María, Arranza, mi tío Moncho y demás personas divertidas =)
Estas semanas han sido MUY tranquilas, pero supongo que así es esto de las vacaciones forzadas jajaja, regresando de Mérida me pondré las pilas y entraré de nuevo a cursos de baile, actuación y veré si consigo un trabajo temporal en lo que se cocina todo el rollo del grupo musical (cuyo nombre aún desconozco).
Cambiando de tema... La semana pasada murió Michael Jackson. Como cualquier persona que nació en los 90s, me tocó ver el declive de su carrera, y aunque había visto videos suyos con producciones increíbles, nunca me llamó tanto la atención; pero tanto alboroto por su muerte (y mi obsesión por googlear todo lo que desconozco) me llevó a investigar sobre su vida artística, comprar revistas, buscar sus videos en Youtube... Toda la gente habla de su color de piel, de si era o no un pedófilo y de sus excentricidades, pero lo que a mí en verdad me interesó y me marcó como artista ( por todos los videos que vi y la información que leí) es que puedo decir con seguridad que Michael Jackson fue el cantante, bailarín e intérprete más grande que ha habido.
Su talento y explosividad en el escenario eran impresionantes, pero la reacción que generaba en la gente... Las tomas de sus conciertos del público extasiado y al borde del desmayo (o desmayándose) son suficientes para ver lo que logra alguien que se convierte en un gigante al pisar el escenario.
Gracias a esta pequeña investigación sobre quién fue (y siempre será) Michael Jackson, sé que yo TAMBIÉN quiero ser un gigante... y que puedo lograrlo como él.