
El viernes me habían llamado para mi primer ensayo en "Sueño de una noche de verano", y yo iba listo, con el libreto aprendido aunque con algunas cosas que estudiar aún. No sabía qué día me integraría a la producción de la obra que está en cartelera desde hace 6 semanas, pero sentía que para cuando ese día llegara, estaría listo.
El ensayo ya no se hizo, en vez de eso me quedé viendo la función de esa noche para memorizar bien los trazos escénicos.
_¿Qué te parece si empiezas la próxima semana? _dijo el director, y yo, emocionado por la idea asentí y le dije que sí. _¿O te parece empezar este domingo?
Sólo tenía 2 días para aprenderme lo que me faltaba y sentí que podría hacerlo, así que acepté, y sin más ensayo que un repaso de mis escenas con el director y otros en la sala de mi depa en los que me ayudaron Caro y Eunice, hoy me metí al escenario e hice lo mejor que pude.
Hubo un detallito en mi primer texto del segundo acto: "Créame, rey de las sombras, que me equivoqué..." Después de esa palabra mi mente quedó en blanco.
"¿No me dijiste que reconocería al hombre por sus ropas atenienses? Y para probar mi inocencia, basta ver que he puesto el jugo de la flor en los ojos de un ateniense, aunque debo aceptar que me he divertido mucho con tal enredo."
Olvidé ese párrafo entero, me da gusto recordarlo claramente ahorita jajaja pero bueno, mi compañero de escena me salvó y siguió con la línea que le tocaba.
Y ahora echaré la flojera súper rico para que el día de mañana sea tan bueno como el de hoy, y mis diligencias de señor dado de alta en hacienda salgan bien jajaja
¡Los quiero!